EL ORGASMO FEMENINO 2A. PARTE


La mayoría de las mujeres han de afrontar algún problema sexual en cierto momento de su vida y muchas veces ese problema es la dificultad para llegar a un orgasmo.
Los problemas sexuales obedecen a muchas causas, puede ser el resultado de una falta de comunicación, un resentimiento acumulado, el egoísmo de nuestra pareja ya que aunque nos parezca a la fecha increíble, la cultura en nuestro país nos ha adoctrinado para no ser otra cosa mas que una complaciente servidora sexual.

Las mujeres cuyo goce sexual es evidente no solo consiguen que su pareja desempeñe un buen papel, sino que intensifican su placer al proporcionarle energía y potencia adicional; hoy en día tanto hombres como mujeres anhelan tener relaciones sexuales mas satisfactorias, pero como mencione anteriormente no tenemos la “enseñanza” adecuada, no sabemos que hacer, donde y como tocar, acariciar, etc. Incluso existen muchos casos de mujeres casadas, o con relaciones duraderas que nunca han tenido un orgasmo en su vida, es más no saben que es eso, que se siente.

La exploración de nuestra sexualidad es un viaje que comienza cuando nacemos y continúa toda la vida. Nuestras ideas sobre la satisfacción sexual cambian a medida que maduramos, abriéndose vías diferentes de exploración. Es importante tener objetivos, no metas finales; alcanzar un objetivo simplemente nos libera para que podamos dirigirnos hacia el próximo. Como una aventura en una tierra desconocida y exótica, nuestra expedición sexual nos proporciona infinitas oportunidades de enriquecer nuestras vidas. Cuánto más en profundidad exploremos, más íntimamente conoceremos el terreno sexual y más enriquecedoras serán nuestras experiencias.

Muchas de nosotras hemos pensado durante años para nuestros adentros que somos sexualmente neuróticas o anormales. Unas veces nuestras preocupaciones son prácticamente subliminales, y otras se convierten en ataques de ansiedad. ¿Por qué no me excito sexualmente como las demás? ¿Tiene que ser como se ve en las películas? O ¿Cómo lo platican en las revistas? ¿Debo hacerlo siempre que mi pareja lo desee? ¿Por qué tengo pocos orgasmos? ¿He de llegar cada vez? Etc. Etc.

Por desgracia casi nunca pedimos ayuda. No es fácil hablar sobre los detalles íntimos de nuestra relación sexual. Quizá ni nos atrevamos a hablarlo con nuestras amigas, por temor a que se ofendan o se burlen de nosotros. Lo importante que quiero dejarles bien claro para las personas que tienes este tipo de preguntas es que el SEXO SE APRENDE.

Si no te excitas tanto como te gustaría, si no tienes orgasmos, o si el sexo a sido tan insatisfactorio que ya no te interesa, quizás no conozcas bien tus propias reacciones sexuales. El autoconocimiento constituye la clave fundamental para la satisfacción en muchos ámbitos. El sexo no es una excepción.


Conocer las partes sensitivas de nuestros genitales significa aprender todo lo relacionado con nuestras preferencias individuales. Todavía consideramos a los médicos como los expertos en el cuerpo y por tanto estamos escasamente informadas de nuestra anatomía. Algunas incluso nunca han observado detenidamente sus genitales. Quizá no nos demos cuenta de que nuestros genitales son como el rostro. Aunque todas tenemos los mismos elementos en la cara, todas somos diferentes. El tamaño y la forma no influyen en el funcionamiento de los órganos. No porque yo tenga una nariz muy grande, quiera decir que sea mas sensitiva para oler, así es que un clítoris grande no es necesariamente más sensible al tacto.


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